Cómo la psicopedagogía puede prevenir y tratar el acoso escolar, el fracaso escolar y el abandono escolar.

El acoso escolar, el fracaso escolar y el abandono escolar son tres fenómenos que afectan negativamente al desarrollo integral de los niños y adolescentes, y que tienen consecuencias a corto y largo plazo para su bienestar personal, social y profesional. Estos fenómenos están relacionados entre sí, y pueden tener causas y factores comunes, como la falta de motivación, la baja autoestima, las dificultades de aprendizaje, los problemas familiares, el entorno socioeconómico o la violencia.

La psicopedagogía es una disciplina que se ocupa de estudiar, comprender y mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, tanto en el ámbito formal como en el informal. La psicopedagogía tiene una perspectiva holística e integradora, que considera al sujeto como un ser biopsicosocial, que aprende en interacción con su contexto y con los demás. La psicopedagogía también tiene una orientación preventiva e intervencionista, que busca anticiparse y resolver las dificultades que puedan surgir en el ámbito educativo.

La psicopedagogía puede aportar soluciones eficaces para prevenir y tratar el acoso escolar, el fracaso escolar y el abandono escolar, desde una visión global y multidimensional. A continuación, se exponen algunas de las estrategias y acciones que la psicopedagogía puede implementar para abordar estos problemas:

Prevención y tratamiento del acoso escolar

El acoso escolar es una forma de violencia que se produce entre iguales, y que se caracteriza por la existencia de un desequilibrio de poder, una intencionalidad de dañar y una repetición en el tiempo. El acoso escolar puede manifestarse de diferentes formas, como el insulto, la amenaza, la exclusión, la agresión física o el ciberacoso. El acoso escolar tiene efectos negativos para la víctima, el agresor y los testigos, como el miedo, la ansiedad, la depresión, el aislamiento, el rechazo, el bajo rendimiento o el abandono.

La psicopedagogía puede prevenir y tratar el acoso escolar mediante las siguientes acciones:

• Promover una cultura de convivencia y respeto en el centro educativo, basada en los valores de la tolerancia, la solidaridad, la cooperación y la no violencia. Para ello, se pueden realizar actividades de sensibilización, formación, mediación y participación de toda la comunidad educativa (alumnos, profesores, familias y personal no docente).
• Detectar e identificar los casos de acoso escolar, mediante la observación, la escucha, la evaluación y la comunicación. Para ello, se pueden utilizar instrumentos como cuestionarios, entrevistas, escalas o registros, que permitan recoger información sobre las características, las causas, las consecuencias y los implicados en el acoso escolar.
• Intervenir y acompañar a las víctimas, los agresores y los testigos, mediante la aplicación de programas y protocolos específicos, que incluyan medidas de protección, apoyo, orientación y seguimiento. Para ello, se pueden utilizar técnicas como la terapia individual o grupal, el asesoramiento, el refuerzo, la tutoría o la derivación a otros profesionales o servicios, según las necesidades de cada caso.
• Evaluar y mejorar la eficacia de las acciones realizadas, mediante la recogida, el análisis y la difusión de los resultados obtenidos. Para ello, se pueden utilizar indicadores como el grado de satisfacción, el clima escolar, el rendimiento académico o la incidencia del acoso escolar.

Prevención y tratamiento del fracaso escolar

El fracaso escolar es una situación en la que el alumno no alcanza los objetivos y las competencias mínimas establecidas en el currículo, y que se refleja en el bajo rendimiento, la repetición de curso o la no obtención del título académico. El fracaso escolar puede tener causas y factores de diversa índole, como las dificultades de aprendizaje, la falta de motivación, la baja autoestima, los problemas familiares, el entorno socioeconómico o la metodología docente.

La psicopedagogía puede prevenir y tratar el fracaso escolar mediante las siguientes acciones:

• Fomentar una cultura de éxito y calidad en el centro educativo, basada en los principios de la equidad, la inclusión, la diversidad y la excelencia. Para ello, se pueden realizar actividades de planificación, coordinación, innovación y evaluación de la propuesta educativa, que atienda a las características, las necesidades y las potencialidades de cada alumno y de cada grupo.
• Detectar e identificar las dificultades de aprendizaje, mediante la observación, la escucha, la evaluación y la comunicación. Para ello, se pueden utilizar instrumentos como pruebas, entrevistas, escalas o registros, que permitan recoger información sobre el nivel, el ritmo, el estilo y las estrategias de aprendizaje de cada alumno, así como sobre los obstáculos o barreras que pueda encontrar en el proceso educativo.
• Intervenir y acompañar a los alumnos con dificultades de aprendizaje, mediante la aplicación de programas y protocolos específicos, que incluyan medidas de adaptación, refuerzo, orientación y seguimiento. Para ello, se pueden utilizar técnicas como la atención individualizada o grupal, la tutoría, la mediación, la orientación vocacional o la derivación a otros profesionales o servicios, según las necesidades de cada caso.
• Evaluar y mejorar la eficacia de las acciones realizadas, mediante la recogida, el análisis y la difusión de los resultados obtenidos. Para ello, se pueden utilizar indicadores como el grado de satisfacción, el progreso académico, la adquisición de competencias o la prevención del fracaso escolar.

Prevención y tratamiento del abandono escolar

El abandono escolar es una situación en la que el alumno deja de asistir al centro educativo o de matricularse en los estudios, sin haber obtenido el título académico correspondiente a la etapa obligatoria o postobligatoria. El abandono escolar puede tener causas y factores de diversa índole, como el desinterés, el desencanto, la desmotivación, los problemas familiares, el entorno socioeconómico o la falta de expectativas.

La psicopedagogía puede prevenir y tratar el abandono escolar mediante las siguientes acciones:

• Promover una cultura de permanencia y continuidad en el centro educativo, basada en los valores de la responsabilidad, el compromiso, la ilusión y el futuro. Para ello, se pueden realizar actividades de sensibilización, formación, motivación y participación de toda la comunidad educativa (alumnos, profesores, familias y personal no docente).
• Detectar e identificar los casos de abandono escolar, mediante la observación, la escucha, la evaluación y la comunicación. Para ello, se pueden utilizar instrumentos como cuestionarios, entrevistas, escalas o registros, que permitan recoger información sobre las características, las causas, las consecuencias y los implicados en el abandono escolar.
• Intervenir y acompañar a los alumnos en riesgo o en situación de abandono escolar, mediante la aplicación de programas y protocolos específicos, que incluyan medidas de prevención, recuperación, orientación y seguimiento. Para ello, se pueden utilizar técnicas como la terapia individual o grupal, el asesoramiento, el refuerzo, la tutoría o la derivación a otros profesionales o servicios, según las necesidades de cada caso.
• Evaluar y mejorar la eficacia de las acciones realizadas, mediante la recogida, el análisis y la difusión de los resultados obtenidos. Para ello, se pueden utilizar indicadores como el grado de satisfacción, el clima escolar, el rendimiento académico o la reducción del abandono escolar.